Henry Hathaway llevó al cine esta historia real que conmocionó la opinión pública de la época. Eligió a un James Stewart brillante. Una película basada en hechos reales e imprescindible de cine negro. En 1932, Frank Wiecek fue condenado a 99
años de prisión por un crimen que no cometió. Doce años después, su
madre, que limpiando pisos ha ahorrado 5.000 dólares, centavo a centavo,
publica un anuncio ofreciendo ese dinero como recompensa para quien le
dé la información que permita descubrir al verdadero criminal. Un
escéptico periodista inicia una investigación.
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